jueves, 4 de noviembre de 2010

¿Por qué me tengo que morir? (El duelo en los niños 2a. Parte)

En el número anterior estábamos hablando del proceso de duelo de los niños y adolescentes cuando tienen que enfrentarse a la muerte de un ser querido que es bien delicado y amerita tener las herramientas necesarias para ayudarles de una manera efectiva. Veamos en el caso de que sean ellos los que estén pasando por una enfermedad potencialmente mortal y tengan ellos que pasar por un proceso de duelo personal.

Hace un tiempo atrás una señora me comentaba lo que su hija enferma le dijo: “mami, me dijeron que yo tengo leucemia y que es una enfermedad que no se cura y que me voy a morir”. Los niños y adolescentes que tienen que pasar por el delicado proceso del duelo anticipatorio manifiestan temores muy profundos, sentimientos de desesperanza, baja autoestima por la condición en la que se encuentra y miedo al dolor entre otras manifestaciones.

Para nosotros los adultos resulta una tarea difícil ayudar a aceptar la muerte a un niño o adolescente sobre todo cuando hay una relación familiar cercana. Para esto se requiere reconocer que la muerte es un proceso natural para todas las personas. Los niños pueden tener problemas para visualizar la muerte y pueden desarrollar temores acerca de lo que pasa después de la muerte, lo que se siente cuando uno se muere y lo que podría sucederles después de la muerte. Los padres deben tratar de hablar abiertamente acerca de la muerte con sus hijos en caso de que ellos pregunten o si la situación lo amerita.

El tema de la muerte se debe hablar en forma clara y en un lenguaje que el niño pueda entender a su edad y grado de desarrollo. El concepto de muerte varía con la edad y es algo que se debe tener en cuenta. Don Bosco tenía la costumbre de realizar con sus muchachos el “ejercicio de la buena muerte” que consistía principalmente en hacer la confesión y la comunión ese día como si fuera el último en la vida. Hablando a los salesianos el santo de la juventud decía: “Os aseguro que siguiendo bien este ejercicio de la buena muerte mensual, se puede estar tranquilo de la salvación del alma y tener la certeza de que está en el verdadero camino de salvación. Bienaventurado quien a la hora de la muerte tiene el consuelo de haber hecho buenas obras en la vida. Hay dos posibilidades para el hombre después de su muerte: el infierno, donde se sufren toda clase de males, y el Paraíso, donde se gozan todos los bienes. Los tres enemigos del hombre son: la muerte (que lo sorprende); el tiempo (que huye); y el demonio que lo tienta con sus lazos”.

Don Bosco conocía muy bien cómo hablar a sus jóvenes de la muerte y no ver en ella como un acontecimiento desolador sino una manifestación del amor de Dios que llama a su Reino eterno. En esos momentos difíciles cuando debemos acompañar a un enfermo terminal especialmente cuando sea un niño o adolescente se deben seguir estos pasos:

Ayudarle a comunicar lo que siente sin tabúes ni lenguajes simbólicos. En varias ocasiones bloqueamos la comunicación de los pequeños cuando se trata de temas muy dolorosos “para que no sufra”, “para olvidar la situación” y no sabemos que de esa manera empeoramos las condiciones.

Motivarles a vivir cada día a plenitud. Disfrutar de lo cotidiano en el «hoy» de cada una de las horas del día, en el «aquí» o lugar donde nos encontremos y en el «ahora» o momento presente. La esperanza, el esfuerzo personal y, sobre todo, la fe en el presente, en vivir el momento, se convierten en poderosas armas para luchar contra la depresión y la angustia que suelen aparecer en circunstancias de duelo.

Incentivarles a desarrollar actitudes y obras a favor de los demás. Me llama poderosamente la atención cuando hay niños que son capaces de tomar posturas protagónicas en organizaciones que promueven la lucha contra el cáncer estando ellos enfermos.

Aceptación. Ciertas personas, en el afán de querer construir un mundo donde ninguna amenaza externa pueda penetrar, aumentan exageradamente sus defensas contra el exterior y dejan su interior vulnerable

Y sepamos que: "Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea." Pablo Coelho.

martes, 2 de noviembre de 2010

Si quieres renovar tu cuerpo, embellece tu mente.


Distinguidos lectores del Boletín Salesiano:

El tercer artículo de la serie “una persona es lo que piensa” busca centrar la atención del lector sobre el binomio cuerpo-mente.

El cuerpo es la modalidad en la que la persona se hace presente. Cada persona se deja contemplar en su cuerpo; el cuerpo es único, singular y personal. El cuerpo es el primer instrumento de la persona, el más natural, al cual el propio individuo, ha prestado poca atención a sus códigos y claves; a menudo ha ignorado los efectos que de éste recibe hasta que comienzan a manifestarse algunas reacciones físicas (agotamiento, dolor, envejecimiento, etc.) o mentales (ansiedades, angustia, sentimientos de devaluación, etc.).

En la mente humana, la información recogida por el sistema sensorial, fluye a través de un sistema cognitivo cuyos componentes básicos son la atención, la percepción y la memoria. Cada estado mental coincide perfectamente con el funcionamiento del cuerpo, con el humor, con la expresión del rostro, con las relaciones personales, y con el bienestar físico general; y si se es buen observador es posible leer el pensamiento de un individuo por su aspecto. Es claro que los procesos psíquicos y los somáticos son de naturaleza distinta, pero se influyen mutuamente. Más aun, la mente y el cuerpo son simplemente aspectos inseparables de una misma totalidad. La realidad y los efectos de los pensamientos se perciben en la realidad corporal del individuo. Afirmaba el Papa Juan Pablo II en la Audiencia General del 20 de Febrero del 1980: “El cuerpo, de hecho, y sólo este, es capaz de hacer visible lo que es invisible: lo espiritual y lo divino”.

Para los griegos, el cuerpo humano significó la gran belleza, interior y exterior, que fue reflejada en sus obras de arte, la belleza estaba íntimamente ligada con el bien, la bondad y la verdad. Precisamente en Grecia nacen los deportes olímpicos, una manera de perfeccionar el cuerpo. Para Platón, el cuerpo tiene un gran valor y belleza, pero sólo en tanto es supeditado al alma.

Por otra parte, el cristianismo resalta lo espiritual y lo corporal. Jesús al nacer asume la condición humana, posee un cuerpo de carne y hueso como el nuestro. Se encarna, pero además lo hace no de una manera mágica o poco clara, lo hace a través del cuerpo de una mujer, María. En la Pasión su cuerpo fue sometido a los más inhumanos y humillantes ultrajes, produciéndole la muerte, pero Dios lo resucitó al tercer día. El Dios cristiano continúa hoy dándose en su Hijo Jesús en el sacramento de la Eucaristía.

El Papa Juan Pablo II entre septiembre de 1979 a noviembre de 1984 impartió una serie de 129 catequesis a las que dio el título de “la teología del cuerpo”. Su propósito era mostrar el lugar del amor humano en el plan divino. La “teología del cuerpo” no es sino una educación al amor, el amor entre hombre y mujer, capaces de formar una familia y, en ella, transmitir vida. La “teología del cuerpo” enseña a combinar bien los elementos que componen la fórmula perfecta. Sus ingredientes son cuatro: la atracción sexual, la afectividad, la afirmación personal y el descubrimiento de Dios en el amor humano.

Con el nacimiento de las ciencias ha surgido un gran brote de corrientes, una de ellas es la de Descartes (alma por un lado y cuerpo por el otro), así hay división entre razón y sentidos, entre razón y fe, surgen los racionalistas, idealistas, fideístas, materialistas, positivistas, espiritualistas. Con "el hombre máquina" de La Mettrie se puede ejemplificar esto, pues obliga a elegir entre materialismo y espiritualismo. Constriñe a elegir entre ambos extremos, lo cual, al no mantener el equilibrio de lo que es el ser humano, se acaba renegando de la persona, por renegar de su esencia.

Algunas de las consecuencias lógicas de una mala concepción del cuerpo humano son: La exaltación materialista del cuerpo en las sociedades consumistas; se aprecian ciertas cualidades corporales (delgadez) y se menosprecian otras (salud - bulimia); se favorecen políticas eugenésicas; tener hijos parte del "deseo de autocomplacencia", así "me siento mejor porque YO QUIERO; cualquier medio de selección es empleado, incluso el aborto.

El cuerpo obedece a las operaciones de la mente, ya sean escogidas deliberadamente o expresadas automáticamente. Ante las ordenes de pensamientos ilícitos, el cuerpo cae rápidamente en la enfermedad y el decaimiento; bajo las ordenes de pensamientos alegres y hermosos, se viste de juventud y de belleza.

La enfermedad y la salud, así como las circunstancias, están arraigadas en el pensamiento. Los pensamientos enfermizos se expresaran por medio de un cuerpo enfermo. Se sabe que los pensamientos de temor han matado a más de una persona tan rápidamente como una bala, y están continuamente matando a miles de personas de la misma manera, aunque más lentamente. Las personas que viven con miedo a la enfermedad, hipocondríacos, son las que realmente enferman.

Si quieres perfeccionar tu cuerpo, vigila tu mente. Los pensamientos positivos favorecen la belleza corporal y la salud mental de la persona. No hay mejor médico para curar los males del cuerpo que el pensamiento alegre, el optimismo; no hay nada que conforte más que la buena voluntad para dispensar las sombras de las penas y las tristezas. Vivir continuamente con pensamientos de mala voluntad, de malicia, de pesimismo, de cinismo, de sospecha, de rivalidad y de envidia, es estar confinado a una prisión construida por uno mismo, robándole al cuerpo su salud y su gracia. Un rostro no se vuelve amargo por casualidad; está hecho de pensamientos amargos. Pero pensar bien de todo, estar alegre con todo, aprender pacientemente a encontrar lo bueno en todo, tales pensamientos son las puertas del cielo; morar cada día en pensamientos de paz hacia cada criatura traerá abundante paz a su poseedor.

Se trata de llevar una vida sana tanto física como mentalmente, adoptando un estilo de vida que propicie al cuerpo y a la mente funcionar de modo óptimo y se mantengan sanos durante el mayor tiempo posible.

El cuerpo necesita de una actividad física regular para mantenerse sano, activo y tonificado, lo que, de un modo totalmente saludable, sólo se consigue evitando el sedentarismo a través del ejercicio físico regular y moderado, basado en la constancia. Esto permite: Conseguir el peso óptimo; proteger contra la diabetes; combatir el colesterol; tonificar nuestros músculos; proteger de la osteoporosis; mejorar el descanso de nuestro cuerpo, mejorar la circulación sanguínea, disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas.

La mente también necesita de cuidados durante toda la vida, hay que ejercitarla y mimarla a menudo para que se mantenga sana, activa y despierta. La mente se puede cuidar de muchas formas distintas: con ejercicios mentales, a través de la alimentación, con el ejercicio físico, a partir de las relaciones sociales personales, con el autoconocimiento y con la oración mental, repitiendo jaculatorias, con la meditación de la Palabra de Dios, etc. Concluyo con una pregunta: ¿Cómo podría mejorar el cuidado de mi cuerpo y de mi mente? Si el cuerpo debe estar sano, la mente tiene que estar madura.

TRABAJO MISIONERO, DESDE LA PATAGONIA



Druzhznier Mulet, sdb

Que el amor de Dios esté siempre con todos ustedes.

A más año de mi arribo a la Patagonia, Argentina, se puede decir que el trabajo misionero en la región es para cristianos de acero. Con la fusión de cinco Inspectoría a dos, la labor se hace más intensa que antes. Los inspectores y los consejos de ambas regiones han diseñado un plan estratégico para poder llegar a toda la Familia Salesiana. Mi llegada el 28 de octubre 2009, con destino a la ciudad de Trelew, provincia Chubut, fue un hecho que marcó mi vida como consagrado. Tres meses estuve viviendo y compartiendo la idiosincrasia de la zona. Esto me dió pautas para hacerme una idea del trabajo que iba a desempeñar entre la gente de esta ciudad.

El roce con los chicos de la parroquia y los Exploradores de Don Bosco me ayudó al proceso de inculturación. Cosas que me impactaron a gran escala, fue en primer lugar el clima, en segundo lugar el idioma, ya que, variaba según la región donde habitaras. Y en tercer lugar la historia; no podía creer que los salesianos de Don Bosco tuvieran tanto que ver con la formación y evangelización de una región como ésta. En Marzo del 2010, paso a la comunidad de Villa Regina, provincia de Rio Negro. Fue un choque total, ya que no esperaba el cambio, pensé estar en Trelew un año como lo estima las constituciones; según el proceso formativo del tirocinio; que es la etapa que estoy llevando a cabo.

De nuevo tuve que comenzar el proceso de adaptación, mirar y escuchar. Todo fue un giro de 180 grados. Puedo decir que el clima de una región a otra variaba en su totalidad. En un lugar (Trelew), era muy desértico, mucho viento y frío extremo, en otro, (Regina) todo verde y muy fresco. Las características de las personas y del trabajo salesiano, también variaban en su conjunto, práctico y teórico.

Ya en Villa Regina, a mi llegada tenía una base, de todo lo aprendido en mi primera comunidad (Trelew). Podía entender, muchas cosas que antes no entendía. Ahora bien, puedo decir que la nueva labor hecha en Regina en los hogares (De los chicos y chicas), en los colegios (Nuestra Señora del Rosario), (Don Bosco), los talleres (Mamá Margarita), y exploradores, me han ayudado a meterme más en el carisma salesiano.

Cada vez que pasa más el tiempo me percato de las cosas, y según por los hechos que a diario veo, - digo, seguir y vivir como Jesús al estilo salesiano cuesta, pero creo que vale la pena invertir esfuerzo y dedicación en jóvenes que necesitan ver a Dios en lo cotidiano y llevar el carisma salesiano hasta las últimas consecuencias. La santidad como modelo de vida en los jóvenes es posible, solo está el replanteárselo y llevarlo a lo concreto de nuestras vidas. Mientras hayan jóvenes con ganas de amar a Dios y a la Virgen, habrá salesianos para siempre.

Gracias Señor, por permitirme ver cosas que antes no veía, le has revelado estas cosas a las personas que muchas veces no somos entendidos en cuestiones intelectuales, pero sin embargo somos capaces de verte en la vida diaria. Me has permitido tener esta intimidad contigo a través del carisma salesiano. Nunca pensé ser lo que soy, salir de una Isla en Cuba (Cayo Granma, lugar de nacimiento), para llevar tu Reino, donde los hombres necesiten tus palabras, necesiten mil ganas de vivir.

He venido a servir, no hacer servido, es mi propósito en la vida. De que me cuesta, eso lo sé, pero tengo la fe y la esperanza de que todo lo que hacemos en el universo tiene lógica. Nada sucede al azar, Dios y María nos acompañan en todas las cosas que realizamos a diario. De que algunos los vemos más que otros es verdad, Ellos en el cielo siempre ruegan por nuestra vocación a la Santidad.

Ya han pasado ocho años desde que comencé en la casa de formación en Santiago de Cuba. Y muchos fueron los momentos alegres y tristes que viví. Pero por todo ello doy gracias, porque en todo ese tiempo aprendí cosas que en el momento no podía entender pero luego si las visualisé bien claras. Muchas han sido las personas que me han formado y lo siguen haciendo, este camino que hacemos es de una formación permanente que nunca termina, solo cuando dejamos de respirar.

Ya llevo un año y algo más en las misiones, Dios sabrá qué quiere de mí, ojalá haya personas que también quieran dejar todo para seguir a Cristo hasta las últimas consecuencias. Tú que lees esto atrévete a decir que sí a Dios, y ya verás lo que juntos pueden hacer. Ánimo anímate qué esperas..

Un segundito, antes del 2011… ! Alto ahí!, Desayuno manipulado


Por: Aimée Rosa.

enlamirasalesiana@gmail.com

Nunca imaginé verme en la necesidad ni periodística, ni humana, ni ciudadana, ni juvenil, ni interna, de escribir dos líneas sobre una realidad tan polémica, ´´requete´´ tratada y quemada como el desayuno escolar, pero dicen, creo y confío, en que la solución a los problemas se comienza encarándolos.

Iniciemos el encuentro dejando claro que de desayuno escolar estamos más que satisfechos. No es ni la primera ni la última vez que escuchamos demandas de que la leche estaba vencida, de que si es leche o no –se ha hablado hasta de suero y mezclas que lo que menos tienen es leche-, de que si los panes parecían ´´peñones´´ -de tan concretos-, de que si son bizcochitos o arepas que les dan, que si se los comen los profesores y no los niños… en fin, se trata de más que la primera comida dada por el gobierno a las escuelas públicas, algo así como una novela que cada vez se pone más buena, por no decir deprimente, cuyo desenlace el director aun no lo ha escrito (no sabemos en qué parará este asunto.

Llegó la pregunta, ¿la leche que se lleva al consumidor de colmados, supermercados y tiendas similares, no se supone es la misma que se destina al desayuno de los estudiantes de instituciones educativas públicas? Si es así, ¿Por qué a nosotros los ´´civiles´´ (los que no conformamos el público docente de escuelas públicas) no ésta (la leche) nos hace daño? Los casos de intoxicación siempre se da en los niños de las escuelas públicas a nivel local y en el interior, ¡Que irónico no? ¡Qué coincidencia que solamente la leche que se consume en los liceos y escuelas es justamente la que proporciona problemas y específicamente no todas las que la empresa de lácteos distribuye… ¿No será que una mano trasera toma partido para difamar a un nombre, negocio o marca de poder, alterando el producto que llega a las casas educativas justo antes de ingerirlo? ¿Está meramente el déficit en la fabricación, distribución o mal sistema de almacenaje en las escuelas como se ha querido demostrar y no por el arbitraje de alguien que nada suma, sino que resta?

En torno a este punto gira tu último espacio En la mira de este 2010, en torno al deseo funesto y viral que se ha venido propagando por hundir al otro; en torno a lo plácidos que nos sentimos sabiendo que el otro puede estar en problemas; en las artimañas que somos capaces de inventar para que el de al lado no progrese; en lo mal que nos sentimos si un conocido gana más que uno; en lo expuestos que nos ponemos a ser invadidos por un envidia enfermiza; en lo siempre abiertos a sembrar cizaña que estamos; en lo capaces de dañar a terceras personas con tal de salirnos con la nuestra. ¡Cómo es posible que un ser humano, supuestamente capaz de sentir, pensar y reproducirse (porque si tiene hijos debe dolerle), incurra en la estupenda idea de por difamar y malversar el nombre de alguien, pasarle por encima y pisotear a inocentes que nada tienen que ver con el negocio, los problemas, diferencias e intereses de adultos! ¡Hasta cuando poner en riesgo a C y a D (y hasta a Z), si A y B son los protagonistas del asunto!

Desde allá arriba, este panorama debe ser aun peor. Viendo en primera fila, papa Dios, quien sin duda sabía que esto acontecería, solloza viendo cómo a su paraíso se le están cayendo los frutos, cómo a sus árboles los cortamos de raíz. Si desde aquí abajo a muchos nos lastima, desde lo alto, debe ser una saga de terror.

Se cierra el año y con él muchas experiencias tétricas, todas matizadas por el abono de la vida, esas vivencias que como seres humanos nos hacen crecer y nos salpican con las luces de la sonrisa dulce de un niño inocente. Con el año hay logros y pérdidas; en 365 días hay desde oportunidades hasta fracasos; en cada 24 horas lágrimas y carcajadas, de todas esas, una perdura, este placer, el que me das, el que me has regalado, el que nunca olvidaré, justo este, el de escribirte...

Que en cada minuto de vida haya un sentido que la motive a continuar. No permitas que nada ni nadie unte de desgano tus virtudes. Como regalo de Dios (que eres) no hay razones por las cuales desmayar. Si siempre puede ser peor, entonces acostúmbrense a estar claros de que todo lo que acontece es la pura voluntad divina, y como voluntad de Dios, es lo mejor que pudo haber pasado.

Ni desayunos, ni almuerzos, ni cenas, ni escolares, universitarios, ni laborales, pueden satisfacernos como las realidades nacionales que sí admiten un poco más de conciencia ciudadana. Esmérate en invertir los atributos que se te fueron otorgados en las ganas inmensas que anhela tu Quisqueya de un diarismo basado en valores y no tan alejado a ellos. Mientras puedas abrir los ojos cada mañana sin la necesidad de arrepentirte de algo o tener que disculparte (porque ya lo hiciste), pues sonríe, ya eres uno de los que marca la diferencia.

Con un año nuevo, intenta cambiar todo por algo mejor, menos a mí por favor, pues si me faltas, mi respiración extrañaría uno de sus sentidos preciados, tú.

Gracias por este 2010, acompáñame en 2011, no sin antes regalarte un pesebre, acomódalo para que en unos días, llegue el invitado que lo ocupa.

¡Hasta el año que viene!