lunes, 17 de enero de 2011

RUTAS

UNA FIESTA DE PLATA MUY ESPECIAL

= Vocación - Voluntariado – Servicio Profesional=

Comparto la ilusión y la esperanza con las que inicio los próximos 25 años de opción vocacional, voluntariado y servicio profesional junto a los Niños, las Niñas, los y las Adolescentes y jóvenes en situación de alto riesgo.

En el 1841 Don Bosco puso un toque especial a la Fiesta de la Inmaculada Concepción iniciando ese día una misión única y para siempre.

Nosotros hemos seguido sus huellas y nos hemos unido a la cadena que de generación en generación va estampando sonrisas en tantos rostros tristes, abriendo ojos a nuevas realidades, despertando entendimientos a nuevos saberes, desplegando habilidades de realización, conquistando corazones para el cielo, …

No sabemos cómo celebró Don Bosco los primeros 25 años de esta experiencia. Cuando la dejó posiblemente, estaría preparando la celebración del medio siglo que, en muy poquitos años, estaba por cumplirse.

Hoy, a más de un siglo, podemos experimentar lo que se siente al vivirlo. 25 años de Muchachos y Muchachas con Don Bosco, desde los Canillitas hasta Altagracia, no son pocos, tampoco son muchos. Las estructuras sociales, la realidad juvenil y nuestra propia institución, nos hacen mirar el camino realizado, palpar los frutos, los árboles florecidos y los que se han secado y afirmamos que los años no han pasado en vano.

El camino por andar deja ver que muchas estrellas aún no brillan en el firmamento de la dignidad humana, que dar calidad educativa integral y, más aún, ser una institución con calidad para dar lo mejor que se merece la dignidad maltratada de los muchachos-as es el gran reto, sólo los sensatos descubren que aquí late el corazón de la opción, está el impulso vocacional, la convicción de que no hay que soltar la mochila, ni quitarse los zapatos, ni la gorra, sólo secar el sudor, rezar mucho y seguir avanzando con la mayor de las esperanzas, con los pies bien anclados, la mente y el corazón bien elevados.

La historia se está escribiendo en el libro de la eternidad, sus más pequeños detalles están descritos en él, esos que cada uno-a de los agentes ha vivido y realizado en el día a día, en soledad y en medio del grupo, en el centro, la casa, el barrio, la escuela, el trabajo, con los amigos; mientras dormía y proyectaba sus sueños o cuando estaba despierto-a y se hacía consciente de la ruta de su propia vida; en la vivencia y operatividad de proyectos, programas y las más variadas actividades; en los momentos de diálogo con Dios y con la Virgen Auxiliadora; en las emociones, las gratitudes, las generosidades, la solidaridad en sus múltiples expresiones; en las carreras, saltos, lanzamientos, gritos, abrazos; en los autobuses, la contemplación de paisajes multicolores, las grandes novedades del agua fresca del río, el sudor de las largas caminatas, en la magia del equilibrio atravesando un puente colgante, el haber dormido, comido, orado, en comunidad; en el vuelo más alto de un capuchín o una chichigua como expresión de toda la creatividad de un grupo; en cada madre, padre, hermano que ha disfrutado como primicia durante un encuentro de amistad sano, compartiendo el juego, encontrando una familia de amor en el proyecto; la generosidad sin límites de personas y entidades; ……… cuántas historias vividas…….

La creatividad sin límites, la tenacidad y la perseverancia insólitas, la ilusión no se agota, las incomprensiones no faltan, con todo esto, la Providencia no se descuida ni un minuto, el Señor no cesa de mirarnos, de darnos luces, de alentarnos, de motivarnos, de sonreírnos y de tendernos Su mano…….es lo mejor que tenemos, qué bueno, qué privilegiados somos. Hay que seguir, ADELANTE! GRACIAS, DON BOSCO.

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